GUÍA TURÍSTICA
QUÉ VISITAR
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PUNTA FROUXEIRA
Valdoviño - A Coruña Situado en la punta Frouxeira se encuentra un faro que comenzó a funcionar en el año 1994. Tiene un diseño vanguardista, diferente a los tradicionales, de planta cuadrada, de color blanco y azul. En el 2008 sufre una remodelación cerrando los espacios destinados a las escaleras, dejando ventanas a diferentes alturas.
Se encuentra en la localidad de Meirás, en el ayuntamiento de Valdoviño, rodeado de playas como la de Pantín, famosa por la práctica del surf. |
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ERMITA VIRXE DO PORTO
Playa de O Porto, Valdoviño - A Coruña Uno de los lugares más especiales del municipio es la capilla de Nuestra Señora de O Porto. En un ambiente muy llamativo y marcado por duras condiciones climatológicas, la playa de O Porto se ve coronada por la pequeña ermita. Cuenta la leyenda que unos pescadores encontraron una imagen en el mar y que la recogieron, llevándola a tierra. Al día siguiente, la imagen fue encontrada nuevamente en el mar, con lo que se decidió hacerle una capilla, denominando a esa imagen como Virgen de O Porto. Cada 11 de julio se celebra aquí una popular romería, en la que se saca a la Virgen de procesión.
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SITUACIÓN
El Ayuntamiento de Valdoviño está situado al noroeste de Galicia, en la comarca de Ferrol. Limita al norte con Cedeira, al sur con Narón, al oeste con Cerdido y San Sadurniño y al este con el Océano Atlántico. Su franja costera se encuentra entre Cabo Prior y Punta Candieira.
CÓMO LLEGAR
El Ayuntamiento de Valdoviño está situado al noroeste de Galicia, en la comarca de Ferrol. Limita al norte con Cedeira, al sur con Narón, al oeste con Cerdido y San Sadurniño y al este con el Océano Atlántico. Su franja costera se encuentra entre Cabo Prior y Punta Candieira.
CÓMO LLEGAR
Las principales vías de comunicación del municipio son la carretera AC-566, que une Narón y Ferrol con Cedeira, atravesando Valdoviño, y la AC-116, que también une las mismas poblaciones, pasando por la parroquia de Meirás.
Las opciones de transporte público para llegar a Valdoviño son las líneas de autobuses de la empresa Monbus, con trayectos desde Ferrol hasta Valdoviño y hasta Cedeira, integrados en el programa de Transporte Público Metropolitano. En Ferrol hay servicio de autobús y tren a las principales ciudades gallegas y españolas, mientras que los aeropuertos más próximos se encuentran en A Coruña y Santiago de Compostela. |
HISTORIA

Probablemente lo que hoy conocemos como Valdoviño fue poblado ya hace seis mil años, una larga historia a la que damos repaso en los siguientes apartados:
Los primeros pobladores de lo que hoy es Valdoviño se remontan probablemente al cuarto milenio antes de Cristo, época de la que se encontraron los primeros monumentos funerarios, dispuestos a lo largo del actual camino de San Andrés.
Los numerosos restos de una civilización castreña reflejan la importancia de los asentamientos en la zona, con pequeños núcleos de población fortificados, con una economía basada en la extracción de recursos naturales en las proximidades y en la producción de cultivos con técnicas rudimentarias.
Los castros ubicados en Valdoviño formaban parte de un “populus” integrado en la tribu de los Ártabros, grupo con identidad política y marco territorial (la Tierra de Trasancos) propios.
Geográficamente en los castros de Valdoviño se distinguen dos zonas: una superficie aplanada al oeste, donde los asentamientos buscan la proximidad de las zonas bajas, de cultivo, por el que hay una mayor concentración del hábitat; y una zona de relieve más accidentado al este, donde el hábitat castreño es más disperso, ocupando las escasas zonas de valle, centradas principalmente en la costa.
La morfología de esta última será en buena parte responsable del número de asentamientos litorales y de su tipología. Su importancia radica, posiblemente, en que cumplan una doble función: estratégica-defensiva y comercial, aunque tampoco se puede olvidar su capacidad para captar recursos marítimos (marisqueo y pesca).
La romanización
La llegada de los romanos está propiciada por los yacimientos de oro, plata y estaño y supone un impulso tecnológico decisivo para el desarrollo de la sociedad castreña. Los cambios adoptados varían por completo el tipo y ordenación de los asentamientos, tanto en los aspectos culturales, como sociales y económicos.
La interacción se muestra perfectamente en la zona de O Poulo, donde se localizó un conjunto de explotación agrícola que incluía edificios romanos, castreños e incluso anteriores, a partir de un asentamiento primitivo.
Desde mediados del siglo I a III d.C. se desarrolla una etapa de asimilación y transformaciones en el poblado. Se crean ciudades y nuevos núcleos rurales, entre los que están Libunca y Adóbrica en la zona del Golfo Ártabro.
El historiador Leandro de Saralegui apuntó la posibilidad de que Adóbrica estuviera situada en Valdoviño, de ahí la gran cantidad de restos arqueológicos romanos encontrados en el lugar de O Poulo. También Souto Vizoso señala la aparición de numeroso material romano en la misma zona: monedas, ladrillos, cerámica, sartegos, etc.
Los siglos III y IV marcan el desarrollo de un nuevo tipo de hábitat, más disperso: las “villae”, residencias familiares y/o granjas de explotación agropecuaria, que se caracterizan por la capacidad productiva de la tierra, las buenas comunicaciones, la situación a media ladera o la orientación adecuada hacia puntos de máxima insolación. Esas condiciones se daban en O Foro, Aviño, donde en 1946 se localizaron una columna y un capitel romanos. Los investigadores piensan que tal vez se trate de un yacimiento de tipo “villae”.
Edad Media
A principios del siglo XII se construyen iglesias en San Mamede y Santa Eulalia, con pequeños núcleos de población entorno a ellas. Poco después les siguen Sequeiro, Lourido, Lago, Timiraos, As Neves, Taraza y Valdetires.
La organización territorial en estos momentos del medievo se define en un pequeño núcleo habitado con sus terrazgos y espacios incultos. La villa está integrada por un conjunto de casales (casa y huerta). Loira, Crecente, Sequeiro o Frádigas son ejemplos de núcleos medievales.
El Valdoviño medieval progresa gracias al fervor religioso que recorre el camino de San Andrés de Teixido, generador de una infraestructura para los romeros y comerciantes.
El otro gran factor de crecimiento son las actividades marítimas, especialmente las pesquerías, controladas por los nobles locales (Mandiá, Lago, Piñeiro y Andrade), y en las que influyen considerablemente las técnicas de conserva introducidas por los monjes del císter. A finales del siglo XIII existía en O Porto (Meirás) una factoría de despiece y salazón de ballena.
A partir de 1369 la mayor parte del actual territorio municipal pasó a ser gobernado por la casa de Andrade, que le quita la administración a la casa de los Traba.
La creación del Ayuntamiento de Valdoviño
En 1733 el territorio pasa de la casa de Andrade a la propiedad de la CoroNa de España. Más de cien años después, en 1856, la Corona subasta la laguna de Valdoviño y su entorno, terreno adquirido por José Pardo Bazán (padre de la afamada escritora) por 91.000 reales
Con la creación de ayuntamientos surgen en 1821 los de Valdoviño y Pantín, aunque parece que no llegaron a funcionar como tal, teniendo que aguardar por la aparición oficial del Ayuntamiento de Valdoviño hasta el 20 de junio de 1836, fecha de su aprobación en el Boletín Oficial de la Provincia de A Coruña.
Sobre el nombre de Valdoviño, que no coincide con el de ninguna entidad de población existente, hay varias teorías, siendo la más seguida la que dice que procede de Val del Aviño, nombre de un arroyo del municipio. El Ayuntamiento establece su sede en San Bartolomé de Lourido, en un edificio convertido posteriormente en cárcel municipal. La primera referencia existente sobre un alcalde de Valdoviño no aparece hasta 1840, siendo el citado don José Sanjurjo Montenegro.
La historia de Valdoviño continúa sin que se produzcan acontecimientos especialmente destacados, hasta que en 1890 son enviados desde A Coruña un grupo de mercenarios para acabar con los miembros del Partido Liberal.
Tiempos modernos
Con el efervescente siglo XX surgen muchas novedades, que poco a poco también llegan a Valdoviño. Entre ellas está la aparición del automóvil, utilizado ya en 1915 como correo desde Ferrol.
En 1917 tienen lugar dos acontecimientos importantes. Por una parte se le abonan a la condesa de Pardo Bazán 300 pesetas como pago por los terrenos en donde se construirá la escuela de Lago.
Por otra parte se constituye en Meirás la Sociedad de Seguros del Ganado, entidad que un año después se convierte en el Sindicato Católico Agrario y en los años 40 en Cooperativa de Meirás. Ya desde su fundación cuenta con una sección de crédito, algo no muy común en aquellos tiempos. Su promotor es el villalbés Misael Prieto García, párroco de Meirás tras el fallecimiento del cura anterior, su tío Baltasar.
Otro sector que emerge es el minero, con el comienzo en 1930 de la extracción de pirita arsénica de plata y aurífera en una mina de Valdoviño. Sin embargo esta actividad se abandona unos años después.
La importancia estratégica del litoral valdoviñés se constata con la instalación, a finales de los años veinte, de las baterías militares de Campelo, con los cañones Vickers United de calibre 38,1 y 17 metros de longitud. Algo más de una década después se procede a desmontar los cañones, trasladados a Algeciras, y a sustituirlos por baterías antiaéreas.
El municipio crece y la Puerta del Sol se asienta como centro neurálgico: en 1942 se instalan las tres farolas que inauguran la iluminación pública, poco tiempo después de que llegase el suministro de energía al ayuntamiento.
Las mejoras atañen también al tiempo de ocio. En 1948 comienzan a funcionar los primeros cines de Valdoviño: el de la Cooperativa de Meirás, activo hasta 1973, y el Robles, el más longevo del municipio, que cierra el día de Navidad de 1978.
La oferta audiovisual crece con la aparición del cine Paraíso, en Lanzós, inaugurado en 1950 con una película de Xan das Bolas, a la que sigue Los diez mandamientos. El dueño, Vicente Teijeiro Cancela, hacía funcionar el proyector con la energía generada por una minicentral que recogía el agua próxima. La sala, antigua dependencia municipal, cerró sus puertas en 1963.
El vacío dejado por el Paraíso lo ocupa el cuarto cine local, el Puerta del Sol, de la empresa Robles-Fraga. Inaugurado en 1964 con la proyección de Taras Bulba, tiene una vida corta, diez años, en los que destaca especialmente por las actividades de revista, con actuaciones de famosos de la época comoPepe Blanco, Pepe Mairena o Antonio Machín.
A mediados de los años sesenta se aprueba la construcción de las primeras aceras en la misma Puerta del Sol, con un presupuesto de casi 450.000 pesetas.
Tiempo después llegarán el servicio de traída de aguas de As Forcadas (1974) y el mercado municipal (en 1977), y ya en 1994 la Casa de Cultura y el Faro de A Frouxeira.
Precisamente en los acantilados que bordean al faro se rodó en ese mismo año 1994 La muerte y la doncella, una película dirigida por Roman Polanski y protagonizada por Sigourney Weaver y Ben Kingsley. El prestigioso director había recorrido toda la costa oeste y norte de la península buscando un paisaje que le recordase a Chile, escenario de la película.
- Los castros
Los primeros pobladores de lo que hoy es Valdoviño se remontan probablemente al cuarto milenio antes de Cristo, época de la que se encontraron los primeros monumentos funerarios, dispuestos a lo largo del actual camino de San Andrés.
Los numerosos restos de una civilización castreña reflejan la importancia de los asentamientos en la zona, con pequeños núcleos de población fortificados, con una economía basada en la extracción de recursos naturales en las proximidades y en la producción de cultivos con técnicas rudimentarias.
Los castros ubicados en Valdoviño formaban parte de un “populus” integrado en la tribu de los Ártabros, grupo con identidad política y marco territorial (la Tierra de Trasancos) propios.
Geográficamente en los castros de Valdoviño se distinguen dos zonas: una superficie aplanada al oeste, donde los asentamientos buscan la proximidad de las zonas bajas, de cultivo, por el que hay una mayor concentración del hábitat; y una zona de relieve más accidentado al este, donde el hábitat castreño es más disperso, ocupando las escasas zonas de valle, centradas principalmente en la costa.
La morfología de esta última será en buena parte responsable del número de asentamientos litorales y de su tipología. Su importancia radica, posiblemente, en que cumplan una doble función: estratégica-defensiva y comercial, aunque tampoco se puede olvidar su capacidad para captar recursos marítimos (marisqueo y pesca).
La romanización
La llegada de los romanos está propiciada por los yacimientos de oro, plata y estaño y supone un impulso tecnológico decisivo para el desarrollo de la sociedad castreña. Los cambios adoptados varían por completo el tipo y ordenación de los asentamientos, tanto en los aspectos culturales, como sociales y económicos.
La interacción se muestra perfectamente en la zona de O Poulo, donde se localizó un conjunto de explotación agrícola que incluía edificios romanos, castreños e incluso anteriores, a partir de un asentamiento primitivo.
Desde mediados del siglo I a III d.C. se desarrolla una etapa de asimilación y transformaciones en el poblado. Se crean ciudades y nuevos núcleos rurales, entre los que están Libunca y Adóbrica en la zona del Golfo Ártabro.
El historiador Leandro de Saralegui apuntó la posibilidad de que Adóbrica estuviera situada en Valdoviño, de ahí la gran cantidad de restos arqueológicos romanos encontrados en el lugar de O Poulo. También Souto Vizoso señala la aparición de numeroso material romano en la misma zona: monedas, ladrillos, cerámica, sartegos, etc.
Los siglos III y IV marcan el desarrollo de un nuevo tipo de hábitat, más disperso: las “villae”, residencias familiares y/o granjas de explotación agropecuaria, que se caracterizan por la capacidad productiva de la tierra, las buenas comunicaciones, la situación a media ladera o la orientación adecuada hacia puntos de máxima insolación. Esas condiciones se daban en O Foro, Aviño, donde en 1946 se localizaron una columna y un capitel romanos. Los investigadores piensan que tal vez se trate de un yacimiento de tipo “villae”.
Edad Media
A principios del siglo XII se construyen iglesias en San Mamede y Santa Eulalia, con pequeños núcleos de población entorno a ellas. Poco después les siguen Sequeiro, Lourido, Lago, Timiraos, As Neves, Taraza y Valdetires.
La organización territorial en estos momentos del medievo se define en un pequeño núcleo habitado con sus terrazgos y espacios incultos. La villa está integrada por un conjunto de casales (casa y huerta). Loira, Crecente, Sequeiro o Frádigas son ejemplos de núcleos medievales.
El Valdoviño medieval progresa gracias al fervor religioso que recorre el camino de San Andrés de Teixido, generador de una infraestructura para los romeros y comerciantes.
El otro gran factor de crecimiento son las actividades marítimas, especialmente las pesquerías, controladas por los nobles locales (Mandiá, Lago, Piñeiro y Andrade), y en las que influyen considerablemente las técnicas de conserva introducidas por los monjes del císter. A finales del siglo XIII existía en O Porto (Meirás) una factoría de despiece y salazón de ballena.
A partir de 1369 la mayor parte del actual territorio municipal pasó a ser gobernado por la casa de Andrade, que le quita la administración a la casa de los Traba.
La creación del Ayuntamiento de Valdoviño
En 1733 el territorio pasa de la casa de Andrade a la propiedad de la CoroNa de España. Más de cien años después, en 1856, la Corona subasta la laguna de Valdoviño y su entorno, terreno adquirido por José Pardo Bazán (padre de la afamada escritora) por 91.000 reales
Con la creación de ayuntamientos surgen en 1821 los de Valdoviño y Pantín, aunque parece que no llegaron a funcionar como tal, teniendo que aguardar por la aparición oficial del Ayuntamiento de Valdoviño hasta el 20 de junio de 1836, fecha de su aprobación en el Boletín Oficial de la Provincia de A Coruña.
Sobre el nombre de Valdoviño, que no coincide con el de ninguna entidad de población existente, hay varias teorías, siendo la más seguida la que dice que procede de Val del Aviño, nombre de un arroyo del municipio. El Ayuntamiento establece su sede en San Bartolomé de Lourido, en un edificio convertido posteriormente en cárcel municipal. La primera referencia existente sobre un alcalde de Valdoviño no aparece hasta 1840, siendo el citado don José Sanjurjo Montenegro.
La historia de Valdoviño continúa sin que se produzcan acontecimientos especialmente destacados, hasta que en 1890 son enviados desde A Coruña un grupo de mercenarios para acabar con los miembros del Partido Liberal.
Tiempos modernos
Con el efervescente siglo XX surgen muchas novedades, que poco a poco también llegan a Valdoviño. Entre ellas está la aparición del automóvil, utilizado ya en 1915 como correo desde Ferrol.
En 1917 tienen lugar dos acontecimientos importantes. Por una parte se le abonan a la condesa de Pardo Bazán 300 pesetas como pago por los terrenos en donde se construirá la escuela de Lago.
Por otra parte se constituye en Meirás la Sociedad de Seguros del Ganado, entidad que un año después se convierte en el Sindicato Católico Agrario y en los años 40 en Cooperativa de Meirás. Ya desde su fundación cuenta con una sección de crédito, algo no muy común en aquellos tiempos. Su promotor es el villalbés Misael Prieto García, párroco de Meirás tras el fallecimiento del cura anterior, su tío Baltasar.
Otro sector que emerge es el minero, con el comienzo en 1930 de la extracción de pirita arsénica de plata y aurífera en una mina de Valdoviño. Sin embargo esta actividad se abandona unos años después.
La importancia estratégica del litoral valdoviñés se constata con la instalación, a finales de los años veinte, de las baterías militares de Campelo, con los cañones Vickers United de calibre 38,1 y 17 metros de longitud. Algo más de una década después se procede a desmontar los cañones, trasladados a Algeciras, y a sustituirlos por baterías antiaéreas.
El municipio crece y la Puerta del Sol se asienta como centro neurálgico: en 1942 se instalan las tres farolas que inauguran la iluminación pública, poco tiempo después de que llegase el suministro de energía al ayuntamiento.
Las mejoras atañen también al tiempo de ocio. En 1948 comienzan a funcionar los primeros cines de Valdoviño: el de la Cooperativa de Meirás, activo hasta 1973, y el Robles, el más longevo del municipio, que cierra el día de Navidad de 1978.
La oferta audiovisual crece con la aparición del cine Paraíso, en Lanzós, inaugurado en 1950 con una película de Xan das Bolas, a la que sigue Los diez mandamientos. El dueño, Vicente Teijeiro Cancela, hacía funcionar el proyector con la energía generada por una minicentral que recogía el agua próxima. La sala, antigua dependencia municipal, cerró sus puertas en 1963.
El vacío dejado por el Paraíso lo ocupa el cuarto cine local, el Puerta del Sol, de la empresa Robles-Fraga. Inaugurado en 1964 con la proyección de Taras Bulba, tiene una vida corta, diez años, en los que destaca especialmente por las actividades de revista, con actuaciones de famosos de la época comoPepe Blanco, Pepe Mairena o Antonio Machín.
A mediados de los años sesenta se aprueba la construcción de las primeras aceras en la misma Puerta del Sol, con un presupuesto de casi 450.000 pesetas.
Tiempo después llegarán el servicio de traída de aguas de As Forcadas (1974) y el mercado municipal (en 1977), y ya en 1994 la Casa de Cultura y el Faro de A Frouxeira.
Precisamente en los acantilados que bordean al faro se rodó en ese mismo año 1994 La muerte y la doncella, una película dirigida por Roman Polanski y protagonizada por Sigourney Weaver y Ben Kingsley. El prestigioso director había recorrido toda la costa oeste y norte de la península buscando un paisaje que le recordase a Chile, escenario de la película.