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castillo de SAN FELIPESan Felipe 15591 Ferrol, A Coruña
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Historia
El Castillo de San Felipe, mandado construir por el rey Felipe II alrededor del año 1589, fue un punto estratégico y escenario de grandes batallas durante el siglo XVI.
El descubrimiento de América, su colonización y las primeras luchas por el dominio del Océano Atlántico, dieron al puerto de Ferrol una gran importancia estratégica, planteándose el problema del resguardo y aprovisionamiento para las Armadas de los Reyes de la Casa de Austria. Por ello, se decidió construir esta fortificación militar con planta en punta de flecha sobre la boca de la ría.
De esta primera construcción todavía se conserva una parte, integrada en la posterior reforma realizada en el siglo XVIII. Por la misma época, se levantaron dos castillos más en la orilla opuesta de la ría: el de Nuestra Señora de La Palma y el de San Martín, de este último tan sólo se conservan sus ruinas deterioradas. Entre el Castillo de San Felipe y el de San Martín existía cadena que impedía la entrada de tropas enemigas.
El Castillo de San Felipe reformó su estructura entre 1731 y 1775, siendo considerado en el siglo XVIII un ejemplo de “batería abaluartada”, esto es: por una parte, una zona con baterías de cañones dirigidos al mar, complementada con las de los castillos de La Palma y de San Martín; y por la otra, contaría con un sistema de baluartes o muros salientes cubriendo los flancos de las cortinas o muros frontales, pensada para defenderse también de los ataques por tierra.
El descubrimiento de América, su colonización y las primeras luchas por el dominio del Océano Atlántico, dieron al puerto de Ferrol una gran importancia estratégica, planteándose el problema del resguardo y aprovisionamiento para las Armadas de los Reyes de la Casa de Austria. Por ello, se decidió construir esta fortificación militar con planta en punta de flecha sobre la boca de la ría.
De esta primera construcción todavía se conserva una parte, integrada en la posterior reforma realizada en el siglo XVIII. Por la misma época, se levantaron dos castillos más en la orilla opuesta de la ría: el de Nuestra Señora de La Palma y el de San Martín, de este último tan sólo se conservan sus ruinas deterioradas. Entre el Castillo de San Felipe y el de San Martín existía cadena que impedía la entrada de tropas enemigas.
El Castillo de San Felipe reformó su estructura entre 1731 y 1775, siendo considerado en el siglo XVIII un ejemplo de “batería abaluartada”, esto es: por una parte, una zona con baterías de cañones dirigidos al mar, complementada con las de los castillos de La Palma y de San Martín; y por la otra, contaría con un sistema de baluartes o muros salientes cubriendo los flancos de las cortinas o muros frontales, pensada para defenderse también de los ataques por tierra.