 Las Rías Altas se consideran un ecosistema único, donde el mar y la tierra se entrelazan en un delicado equilibrio. En la actualidad, sobre este entorno privilegiado se cierne una creciente amenaza: el cambio climático. La subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura del agua, la pérdida de la biodiversidad marina y los fenómenos meteorológicos extremos están dejando una huella muy visible en la zona. Frente a este preocupante panorama, ¿estamos aún a tiempo de ponerle freno? Una región especialmente vulnerableEl aumento del nivel del mar es una de las consecuencias más directas del cambio climático. Un estudio liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) muestra que, desde 2019, el nivel del mar se incrementa 2,8 milímetros cada año, lo que podría dañar las marismas, playas y dunas de Galicia. Muchas zonas de las Rías Altas podrían verse afectadas, entre ellas la Ría del Burgo. Por otro lado, el calentamiento de las aguas y la alteración de las corrientes marinas están modificando los patrones de distribución de las especies marinas. Esto puede afectar económicamente al sector pesquero de Galicia, que es la comunidad autónoma con más afiliados en el régimen especial del mar. Un solo grado más de temperatura en el océano supone cambios significativos en el ecosistema. En las rías están apareciendo nuevas especies debido a que la temperatura ya no es tan fría. También está pasando a la inversa, con especies que se van a latitudes más elevadas, lo que está provocando un notable descenso en la producción de marisco. Otros efectos del cambio climáticoAdemás de los citados, algunos efectos del cambio climático en las Rías Altas que afectan a la orografía y al mar son evidentes: temporales y oleajes más intensos, inundaciones costeras más frecuentes, y erosión del litoral. Otros son menos obvios, como la acidificación del océano, que está disolviendo parte del dióxido de carbono que se acumula en la atmósfera. Procesos como las avenidas de agua dulce de los embalses hidroeléctricos también están produciendo la acidificación de las rías gallegas, lo que afecta negativamente a los organismos marinos que necesitan iones de carbonato para el crecimiento de sus caparazones. La tecnología, la mejor aliadaPor suerte, la ciencia y la tecnología han avanzado mucho estos últimos años, y juegan un papel fundamental para controlar, prever y atenuar los efectos del cambio climático en el litoral gallego. Por un lado, La Xunta de Galicia tiene distintas estaciones oceanográficas, boyas y plataformas que miden y controlan aspectos como la temperatura del agua, salinidad, corrientes, etc. También ayudan la red exterior de Radar HF, que con sus cinco antenas genera mapas de corrientes; o la red de estaciones meteorológicas en la costa, que recogen medidas del viento, temperatura, humedad, etc. Por otro lado, ya desde hace un tiempo, la Xunta viene utilizando drones para prevenir la degradación de humedales, monitorizar la costa y las masas forestales en zonas protegidas, e identificar y monitorizar de forma automática las especies invasoras. La tecnología, la mejor aliadaPor suerte, la ciencia y la tecnología han avanzado mucho estos últimos años, y juegan un papel fundamental para controlar, prever y atenuar los efectos del cambio climático en el litoral gallego. Por un lado, La Xunta de Galicia tiene distintas estaciones oceanográficas, boyas y plataformas que miden y controlan aspectos como la temperatura del agua, salinidad, corrientes, etc. También ayudan la red exterior de Radar HF, que con sus cinco antenas genera mapas de corrientes; o la red de estaciones meteorológicas en la costa, que recogen medidas del viento, temperatura, humedad, etc. Por otro lado, ya desde hace un tiempo, la Xunta viene utilizando drones para prevenir la degradación de humedales, monitorizar la costa y las masas forestales en zonas protegidas, e identificar y monitorizar de forma automática las especies invasoras. El papel de la IATampoco podemos olvidar un recurso como la inteligencia artificial, que se utiliza para la predicción de eventos meteorológicos adversos, incendios forestales, mareas y vientos. A modo de ejemplo, a principios de abril de 2025 se presentó el proyecto SMAR-AI, que busca integrar la inteligencia artificial en la gestión de emergencias marítimas en nuestras costas, y en el que participan Salvamento Marítimo, el CEDEX, la Agencia Estatal de Meteorología y Puertos del Estado. La IA ha tenido un impulso importante en los últimos años gracias, en parte, a las inversiones de empresas que han querido aprovechar sus ventajas. Entre estas están los operadores de casinos online, que la utilizan para predecir tendencias y mejorar la seguridad de sus jugadores. Así, pueden analizar desde qué juegos son los preferidos de los usuarios, hasta prever cuánto dinero van a ingresar, comprobando si su actividad corresponde a la de alguien que suele buscar casinos con depósito mínimo, para jugar con un depósito de solamente 5 euros, por ejemplo. Posibles solucionesAdemás de la ayuda que pueda prestarnos la tecnología, afrontar el impacto del cambio climático en las Rías Altas requiere una estrategia integral para mitigar sus efectos negativos. Algunas posibles soluciones incluirían: Restauración de ecosistemas costerosUna de las soluciones más efectivas y sostenibles es la restauración de hábitats naturales como marismas, dunas, etc. Estos ecosistemas actúan como barreras naturales frente a tormentas y ayudan a absorber el exceso de CO2. El Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa) y la Xunta de Galicia ofrecen ayudas financiadas para la restauración de la biodiversidad y de los ecosistemas marinos, y también para proyectos de regeneración de bancos marisqueros. Otros proyectos de limpieza del fondo del mar activos actualmente son el de CLEAN ATLANTIC del CETMAR, que ayudan al ecosistema marino, o Upcycling the Oceans, de Ecoalf y Ecoembes, consistente en reciclar los residuos recuperados del mar. Reducción de gases de efecto invernaderoEl ser humano emite grandes cantidades de gases de invernadero, como el dióxido de carbono, lo que provoca un desequilibrio en la atmósfera que hace aumentar las temperaturas. El agua se calienta y ocupa más superficie en el deshielo. Cada persona puede poner su granito de arena para lograr bajar las emisiones. A nivel individual, podemos empezar por reducir la calefacción y el aire acondicionado. Con respecto a la industria, hay que promover que las empresas utilicen energías limpias, y que las que emiten gases de efecto invernadero o vertidos perjudiciales sean sancionadas. Diversificación pesquera y marisqueraFrente a la pérdida de especies tradicionales, el sector pesquero necesita adaptarse con modelos de pesca más sostenible e introducir la pesca de nuevas especies, el cultivo de algas o el aprovechamiento de subproductos marinos. Por ejemplo, las cofradías de pescadores llevan tiempo colaborando con centros de investigación como el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el CETMAR en proyectos de adaptación sostenible, una muestra de cómo encauzar la lucha contra el cambio climático.
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